¿Qué es el Síndrome del Edificio Enfermo?
Sin duda tu hogar, habitación o centro de trabajo es seguramente el sitio donde más tiempo pasas en tu día a día y, por eso, debe ser un espacio de tranquilidad, comodidad y seguridad para ti.
Pero, ¿qué pasa cuando sientes que cuanto más tiempo pasas dentro peor te sientes? Empiezas a pensar que está relacionado el tiempo que pasas dentro, con tu malestar. Entonces, hay altas probabilidades de que el espacio pueda estar padeciendo el «síndrome del edificio enfermo».
¿Cómo definimos el Sick Building Syndrome?
El término «síndrome del edificio enfermo» se refiere a situaciones en que los ocupantes de un edificio experimentan problemas de salud agudos y/o malestar que parecen estar relacionados con el tiempo que pasan en algún espacio cerrado en común.
Normalmente se atribuye a la baja calidad del aire interior, sin embargo, se desconoce la causa exacta. Estos sucesos no tienen por qué relacionarse solamente con las viviendas o edificios antiguos o en ruinas sino que un 30% de los edificios nuevos y remodelados padecen mala calidad de aire interior (Según la Comisión de Seguridad de los productos de consumo).
A veces, el diagnóstico del síndrome del edificio enfermo puede ser confuso debido a la amplia variedad de síntomas. También pueden asimilarse a distintas afecciones, como el resfriado común.
La clave del síndrome del edificio enfermo es que los síntomas mejoran tras abandonar el edificio en cuestión, para volver a aparecer cuando se regresa al mismo lugar. Las molestias pueden estar localizadas en una habitación o zona específica o pueden ser generalizadas en todo el edificio.
Si notas síntomas recurrentes que suelen aparecer siempre que estás en un edificio concreto, se podría considerar la posibilidad de investigar el síndrome del edificio enfermo como causa.
¿Cómo sé si me está pasando?
Algunos factores relacionados con el edificio, como: la alta humedad, la mala ventilación, la alta temperatura del mismo, junto con la utilización de pinturas, revestimientos y muebles convencionales en el espacio, pueden contribuir a la aparición de este síndrome.
Es fundamental tener en cuenta que el síndrome del edificio enfermo afecta a cada individuo de forma distinta y uno puede autodiagnosticarse erróneamente con un resfriado o una gripe. Las molestias que pueden ocasionar el síndrome del edificio enfermo pueden afectar a los sistemas cutáneo, respiratorio y neurológico.
Algunos posibles síntomas son:
– Irritación, dolor u opresión en la garganta
– Picor, irritación, sequedad o lagrimeo de los ojos
– Dificultades para respirar
– Opresión en el pecho
– Secreción nasal
– Síntomas similares a los de la alergia, como estornudos
– Sensación de ardor en la nariz
– Erupciones secas, con picor o inexplicables
– Dolores de cabeza, mareos o dificultad para concentrarse
– Olvido, fatiga, irritabilidad
– Náuseas, dolores corporales, fiebre, escalofríos
¿A qué se debe este suceso?
Cuando no se puede identificar la causa exacta de los síntomas comunes de unos ocupantes es cuando se debería empezar a evaluar de forma más profunda el espacio en el que conviven y la mala ventilación es una de las razones más comunes.
Antes de la crisis energética de los años 70, la gran parte de las edificaciones no se construían tan herméticamente cerradas como hoy en día y, por lo tanto, el aire circulaba por el interior con más frecuencia. Después de la crisis energética, la construcción de edificios se hacen con una visión más eficiente energéticamente y se sella las zonas por las que el aire entra y sale del edificio.
Hay una variedad de posibles causas adicionales sobre las que se puede preguntar a un médico.
– Contaminantes químicos procedentes de fuentes interiores (toxinas de la pintura, el adhesivo, la alfombra, la tapicería, los productos de madera fabricados, la fotocopiadora, los pesticidas y los productos de limpieza).
– Altos niveles de polvo
– Contaminantes químicos del exterior (humo de tabaco, combustible de automóviles).
– Pantallas de ordenador anticuadas que provocan fatiga visual.
– Toxinas naturales y biológicas (moho, hongos, bacterias, polen y virus).
– Formaldehído (sobre todo en los muebles y suelos de madera).
– Altos niveles de estrés en la escuela o el trabajo (baja moral en el lugar de trabajo).
– Calor o baja humedad.
– Habitaciones con poca iluminación.
– Entornos de trabajo ruidosos.
– Excrementos de insectos o animales.
Dada la variedad de factores que pueden provocar el síndrome del edificio enfermo, es difícil señalar una única causa. La mejor opción es contactar con quién sea el responsable de tal edificio o habitación para tratar de eliminar o menguar los posibles factores de riesgo. De este modo, se podrá llegar al origen del problema y encontrarle remedio.
¿Cómo solucionar el síndrome del edificio enfermo?
Si no se ha podido identificar cual es la causa de unos sintomas que se repiten reiteradamente y se está sospechando de que pueda estar ocurriendo el sindrome del edifico enfermo, lo primero de todo, hay que cerciorarse de no hay riesgos relamente graves como moho o bacterias.
Otras mejoras que se pueden efectuar para menguar las causas del síndrome del edificio enfermo son:
– La posibilidad de sustituir los filtros de aire con mayor frecuencia.
– Aumentar los índices de ventilación del sistema de climatización.
– Almacenar productos químicos en zonas debidamente ventiladas.
Una vez se está ya padeciendo el síndrome del edificio enfermo se alivia principalmente de dos maneras: reduciendo el tiempo de exposición a estos espacios que causan el malestar y aliviando con medicamentos especializados en cada síntoma.
Los empresarios también pueden tomar algunas medidas para tratar el síndrome del edificio enfermo:
– Usar productos de limpieza con pocos humos y sin fragancias.
– Aspirar regularmente para retirar el polvo.
– Cambiar los filtros de aire cada dos meses (o menos, si es necesario).
– Encontrar la humedad adecuada (NHS Choices recomienda un nivel óptimo de humedad del 40 al 70%).
– Hacer pruebas para detectar posibles mohos u hongos en el interior.
– Actualizar los monitores de los ordenadores y otros sistemas de visualización.
– Cambiar las luces cuando sea necesario (considerando la posibilidad de invertir en luces LED o azules para reducir el consumo de energía).
Recursos para prevenir este suceso.
Por desgracia, es posible que no se pueda saber si un espacio cerrado tiene factores de mala calidad en el interior del edificio que puedan hacerte sentir molestias. Aun así, se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de padecer el síndrome del edificio enfermo.
– Hacer descansos regulares fuera del edificio comiendo al aire libre, por ejemplo.
– Abrir las ventanas para que entre aire fresco, si es posible.
– Dar un respiro a sus ojos apartando la vista del ordenador.
– Tener cuidado con los productos químicos de interior, como la lejía y los insecticidas.
Si estás considerando que tu edificio, centro de trabajo o instalaciones le pueda estar ocurriendo el «síndrome del edificio enfermo», no dudes en contactar con nosotros para poder tener un espacio desinfectado con las mejores tecnologías y mantener un entorno limpio gracias a nuestros servicios.