En el artículo de hoy trataremos el ‘servicio outsourcing’, por qué llevarlo a cabo y expondremos la las ventajas que puede ofrecer a las empresas.
Primero que todo, analizaremos la palabra Outsourcing, conocida también como externalización o subcontratación. Es la práctica empresarial de contratar a un tercero (una empresa que no pertenece a la compañía), a fin de que preste servicios o cree recursos que de forma tradicional llevaban a cabo los propios empleados y personal de la compañía. Por tanto, el Outsourcing implica delegar ciertas funciones complementarias de una compañía a otra empresa externa especializada en estas actividades y que se organiza de tal manera que sus mismos empleados o estructuras informáticas efectúan las labores o servicios en las instalaciones de la compañía contratante o en localizaciones externas.
Puede repercutir a una amplia variedad de puestos de trabajo, que van desde la atención al usuario hasta la fabricación, las tareas de RRHH o el back office.
La subcontratación o externalización fue conocida en 1989 como una táctica empresarial y se transformó en una parte integral de la economía empresarial durante la década de 1990.
La práctica de la subcontratación es motivo de una notable polémica en numerosos países. No obstante, los que respaldan este técnica alegan que genera una ventaja a fin de que las compañías y los negocios puedan destinar los recursos donde sean más eficientes, y que la externalización ayuda a preservar la naturaleza de las economías de libre mercado a escala mundial.
¿Por qué llevar a cabo el ‘Outsourcing’?
Las compañías recurren a la subcontratación como mecanismo para reducir costes, incluyendo los sueldos de su personal, los gastos generales, los equipos y la tecnología.
Por una parte, algunas empresas deciden subcontratar dado que recurren a la experiencia de las empresas que se centran en esta competencia específica, y que pueden realizar dicho proceso de una manera más rápida y asequible. De esta forma, se reducen gastos, mejora la productividad y se agilizan los procesos. Por consiguiente, la empresa contratante puede orientar y centrar sus recursos hacia sus facultades principales, cediendo las operaciones menos críticas a organizaciones externas y ganar una ventaja competitiva en el mercado.
Por otra parte, por poner un ejemplo, algunas empresas optan por la externalización, ya que no tienen la capacidad de emplear a trabajadores internos a tiempo completo con las aptitudes o la experiencia que requieren para llevar a cabo determinadas tareas.
¿Cuáles son las ventajas del Outsourcing?
Hay múltiples ventajas para llevar a cabo la contratación externa, como es no tener que contratar empleados de manera interna, lo cual supone un enorme gasto y riesgo, y más teniendo en cuenta la situación que vivimos en la actualidad y que crea incertidumbre en todos los planos. Aquí una de las ventajas que supone el outsourcing.
- Gran flexibilidad y posibilidad de adaptación
- Disminución de costes en general
- Ahorro en los costes de mano de obra
- Eficiencia en infraestructura y tecnología
- Creciente rendimiento de la empresa que subcontrata
- Oportunidad de centrarse en las áreas centrales
- Posibilidad de abrir nuevas líneas de negocio
Consideraciones especiales
La subcontratación internacional puede servir de ayuda a las compañías para beneficiarse de las diferencias en los costes laborales y de producción entre países. La distribución de los costes en otro país puede motivar a una compañía a reubicar parte o la totalidad de su actividad al país más económico para mejorar la rentabilidad y conservar la competitividad en un sector. Un ejemplo es el hecho de que un número considerable de empresas han decidido eliminar por completo sus centros de atención al cliente internos, subcontratando esa responsabilidad a terceras compañías ubicadas en zonas de menor coste y que puede realizar el mismo trabajo sin afectar al funcionamiento.