Estar al día con las pruebas de mantenimiento e inspecciones periódicas de los sistemas rociadores contra incendios en los edificios, es vital para garantizar que su funcionamiento sea el correcto.
El Código Internacional de la Construcción (IBC) y el Código de Seguridad Vital (LSC) de la NFPA 101 son códigos específicos que dictan los sistemas de protección activa contra incendios, necesarios para los edificios dependiendo de su tipo de ocupación y de los metros cuadrados. Las disposiciones del código de construcción publicadas por el Consejo Internacional de Códigos (ICC) y la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA), describen los requisitos mínimos de construcción y seguridad vital para tales estructuras. También hay que cumplir, como no puede ser de otra manera, con lo establecido en la ley ripci en la prevención y lucha contra incendios.
Los sistemas activos de protección contra incendios incluyen: sistemas automáticos de rociadores contra incendios; sistemas de alarma y detección de incendios. Los sistemas de control de humos sirven para alertar a los ocupantes de un edificio de que hay un incendio y así poder extinguirlo. Por supuesto, tener diferentes tipos extintores, como el extintor de CO2 que nunca pueden faltar en los edificios.
¿Qué es un sistema de rociadores automáticos?
Un sistema de rociadores automáticos contra incendios es considerado un sistema activo. Una vez está instalado y configurado funciona totalmente por su cuenta, por lo que puede dar la sensación de que no esté funcionando correctamente.
El sistema de rociadores más común que se puede encontrar, como puede ser un edificio de oficinas, es el sistema de rociadores de tubería húmeda. Este tipo de rociadores es una gran opción cuando el edificio no cuenta con una instalación de columna seca.
Consiste en un entramado de tuberías con agua que abarca toda una planta. Los cabezales de los rociadores (también llamados sprinklers) se activan al detectar calor y liberan el agua. Muchos piensan que las cabezas de los rociadores se abren como resultado de la activación de un sistema de rociadores, pero esto casi nunca es así. Los sprinklers están localizados, y un cabezal de rociadores solo funcionará cuando el elemento térmico se active por el calor de un incendio.
Un tipo de sistema alternativo es el de rociadores de tubería seca. Este se utiliza cuando el edificio (o ciertas partes del edificio) están sujetas a temperaturas gélidas.
Algunas estructuras pueden contener ambos sistemas. Por ejemplo, un sistema de rociadores de tubería húmeda puede proteger el edificio principal, y un sistema de tubería seca puede instalarse en el muelle de carga o en la zona de aparcamiento.
Reglamento y mantenimiento de los rociadores contra incendios
La NFPA 25, la Norma para la Inspección, Prueba y Mantenimiento (ITM) de los Sistemas de Protección contra Incendios a Base de Agua. Para los sistemas de rociadores contra incendios son requeridas inspecciones mensuales, trimestrales, semestrales y anuales
La NFPA 25 dicta que la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de las inspecciones y pruebas requeridas recae en el propietario del edificio o en el representante que se haya asignado. Aunque se puede contratar a una empresa de mantenimiento para que realice la inspección, la responsabilidad final recae en el propietario del edificio.
Es importante realizar inspecciones visuales con frecuencia y no solo cuando hay una deficiencia aparente. Entre las cosas que hay que revisar, están las fugas que pueden ocasionar reacción de combustión, los objetos extraños atados a los aspersores y sus tuberías.
Por ejemplo, un paño o trapo envuelto alrededor de un accesorio con fugas no es una solución adecuada. Las inspecciones visuales pueden ser llevadas a cabo por el personal de las instalaciones y no requieren la contratación de una empresa de mantenimiento. La norma NFPA 25 exige que la IMT sea efectuada por personal cualificado.
Cualquier persona del edificio que tenga una buena formación en la materia es capaz de desempeñar una serie de tareas de ITM. Con una formación mínima, el personal de las instalaciones puede hacer inspecciones visuales para comprobar si hay señales visibles en la sala de rociadores como: fugas, corrosión en los sprinklers, daños físicos, pérdida de líquido en los bulbos de vidrio y pintura en los cabezales de los rociadores. A menudo, los cabezales de los rociadores dañados pueden pasarse por alto, pero los deflectores doblados pueden afectar gravemente al patrón de distribución del agua y a la eficacia de los rociadores.
Las inspecciones trimestrales deben incluir observaciones visuales de los medidores, interruptores de manipulación y dispositivos de alarma de flujo de agua.
Las inspecciones anuales deben incluir la confirmación de que la señalización de la información hidráulica es adecuada y visible para cada elevador de rociadores. La señalización hidráulica (también conocida como placa de identificación) debe incluir la información de diseño original del sistema, incluyendo: densidad de diseño, área de diseño, y número de rociadores en el sistema. La placa también debe identificar: la fecha de instalación; el área o piso protegido por el ascensor; y la presión del agua en su base. Además, una inspección visual debe garantizar que las tuberías y los sprinklers no presenten fugas y que se disponga de rociadores de repuesto.
Para las pruebas requeridas del sistema de rociadores según la NFPA 25, se recomienda que intervenga un profesional. Dado que los sistemas de rociadores pueden permanecer inactivos durante años, las pruebas son el principal método para verificar que su funcionamiento es correcto.
Los interruptores de prueba son necesarios para comprobar el funcionamiento de alarma de flujo de agua y asegurarse de que no se cometen interrupciones. Estas pruebas son necesarias semestralmente.
En el caso de las inspecciones gestionadas por una empresa de mantenimiento, se recomienda que la dirección de la instalación audite ocasionalmente el contrato de servicio para garantizar que se cumplen los requisitos de la NFPA 25. También es una oportunidad para asegurarse de que se excluyen las tareas de inspección gestionadas internamente.
Recomendaciones
Lleve un registro de las inspecciones mensuales, trimestrales, semestrales y anuales. En caso de que se produzca algún contratiempo, se recomienda tener los documentos a mano para evitar problemas legales.
Los sistemas de rociadores son un elemento de seguridad vital que se encuentra en casi todos los edificios comerciales. Pero un sistema que no se revisa y mantiene, da una sensación de falsa seguridad. La única manera de lograr seguridad es realizar las inspecciones, pruebas y mantenimiento requerido.
LD Facility dispone de los medios para poder realizar mantenimiento en las instalaciones de tu empresa, teniendo en cuenta que es de vital importancia los rociadores para evitar grandes pérdidas, os aconsejamos que se contacte con profesionales para su mantenimiento.