Los efectos de la pandemia en las personas con TOC

La crisis sanitaria ha influido de múltiples formas, y entre otras muchas ha hecho que haya nuevos brotes de TOC o bien en quienes ya lo sufrían un agravamiento.

¿Qué es un TOC?

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad mental en la que las personas tienen pensamientos, ideas o sensaciones no deseadas y recurrentes (obsesiones) que les impulsan a hacer algo de forma repetitiva (compulsiones).

Los comportamientos repetitivos excesivos, como lavarse las manos, limpiar o comprobar varias veces las cosas, pueden afectar significativamente a las actividades diarias y a las interacciones sociales de una persona. Muchas personas sin TOC tienen pensamientos angustiosos o comportamientos repetitivos.

Sin embargo, estos pensamientos y comportamientos no suelen perturbar la vida cotidiana. Para las personas diagnosticadas con TOC, los pensamientos y comportamientos son persistentes y rígidos. No realizar los comportamientos suele provocar una gran angustia. Así pues, los traumas y el estrés pueden ser un factor desencadenante que agrave el TOC.

¿Cómo afecta la pandemia de Covid-19 al TOC?

En general, la pandemia mundial de covid-19 ha provocado un aumento de la ansiedad entre la población. Pero estos impactos son aún mayores para las personas que padecen enfermedades mentales como el TOC.

El estrés causado por esta crisis sanitaria puede empeorar significativamente sus síntomas. Las características sanitarias de la pandemia, pero también las posteriores medidas de desinfección, hacen que las personas con TOC sean potencialmente más propensas a obsesionarse con la limpieza y las conductas de descontaminación.

El estrés, la enfermedad y las transiciones vitales importantes pueden empeorar el TOC, por lo que la pandemia exacerbó los síntomas de muchas personas.

Para algunas personas con TOC, la pandemia ha afectado a sus síntomas de forma más general: más estrés significa más pensamientos y compulsiones obsesivas, pero no necesariamente pensamientos y compulsiones relacionados con el virus.
Por ejemplo, puede manifestarse como un exceso de pensamientos y análisis de los acontecimientos. Pero para algunas personas con contaminación por el TOC, la pandemia ha complicado sus temores sobre los gérmenes y los virus.

A medida que el mundo se obsesiona cada vez más con un virus altamente contagioso, las compulsiones por contaminación del TOC se vuelven casi debilitantes.

TOC relacionado con la contaminación y la limpieza

El estudio de este trastorno es especialmente interesante en relación con la pandemia de Covid-19, ya que el TOC es un trastorno con muchas expresiones clínicas diferentes, entre las que se encuentran, entre otras, la ansiedad sanitaria, el miedo a las bacterias y a la suciedad, y el exceso de lavado de manos/desinfección.

En realidad, se trata de un tipo común de TOC, conocido como TOC relacionado con la contaminación o la limpieza (C-OCD). Las personas diagnosticadas con C-OCD tienen este miedo excesivo relacionado con la suciedad, y sus compulsiones giran en torno a la desinfección y la limpieza no solo de ellos mismos, sino también de las superficies y las zonas.

En particular, la higienización de las manos y el uso de mascarillas son dos de las principales medidas preventivas de Covid-19 que han sido desencadenantes para los pacientes con TOC.

Las personas con compulsiones de lavado se han visto especialmente afectadas con obsesiones excesivas en torno al saneamiento y la limpieza; el miedo a quedarse sin productos de limpieza también ha llevado a la compra excesiva de productos de higiene.

De ahí que las personas con TOC hayan visto cómo su salud mental se tambalea en la pandemia.

La lucha entre los comportamientos de limpieza recomendados y los excesivos puede ser paralizante. Por lo tanto, es importante abordar el hecho de que la actual crisis sanitaria puede afectar significativamente a la expresión y la frecuencia del TOC con el aumento de los temores sobre la contaminación y la salud.

Toc de limpieza

Cómo afrontar el TOC en los tiempos de Covid-19

Para las personas con TOC, contraer el Covid-19 es una gran preocupación, por lo tanto están continuamente comprobando si es posible que tengan síntomas, aumentan su higienización aún más de la que ya mantenían antes, también síntomas físicos de la ansiedad como los mareos, palpitaciones, sensación de ahogo etc..

La necesidad de reducir la revisión constante de las noticias

La sobrecarga de información disponible en relación con la pandemia y las normas a seguir puede provocar una gran angustia en las personas diagnosticadas. De hecho, dado que el TOC empeora cuando se experimenta estrés, la búsqueda frenética de nueva información puede tener un impacto negativo en estos pacientes.

En lo que respecta a la búsqueda de información, se pueden proporcionar reglas específicas para las personas con TOC. Puede ser útil aconsejarles que utilicen fuentes de información fiables y que busquen actualizaciones solo una o dos veces al día, prohibiendo escuchar o ver información continua.

Es tentador consultar las noticias constantemente para ver cómo evoluciona la situación. Para combatir la comprobación compulsiva, es importante restringir la ingesta de noticias a la frecuencia y duración que sea más útil para cada persona (y no para su TOC).

Como guía general, se recomienda que los pacientes con TOC dediquen un máximo de 10 minutos al día al tema.

Además, los mensajes sobre la pandemia se han centrado mucho en el riesgo de muerte, pero para la mayoría de las personas de todo el mundo este riesgo es bajo.

La información precisa sobre el número de casos confirmados y el número de muertes es una aclaración importante para todos. En el caso de las personas susceptibles de padecerla, pueden prevenir el desarrollo o la exacerbación de los trastornos psicológicos.

La necesidad de encontrar el equilibrio entre las medidas preventivas recomendadas y las excesivas.

Cada vez más, lo que antes se percibía como exagerado en relación con el lavado de manos y la higienización puede considerarse como la «nueva normalidad». Aunque esto puede ayudar a reducir el estigma, también empeora las obsesiones y compulsiones de las personas con TOC.

La pandemia acabará retrocediendo, pero la ansiedad es algo mucho más pegajoso. De ahí la importancia de acompañar adecuadamente a las personas diagnosticadas con TOC.

Para hacer frente al estrés relacionado con la contaminación y la necesidad de higienizar, es importante trazar la línea entre el gesto de barrera y la ansiedad excesiva.

Los pacientes con TOC deben saber que las medidas preventivas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud son suficientes y que no es necesario prolongar el lavado de manos más allá de las recomendaciones, ni utilizar desinfectantes más fuertes.

La OMS tiene los conocimientos necesarios para hacer estas recomendaciones. El TOC, diga lo que diga, no. El lavado de manos se aconseja como respuesta al contacto externo y no debe ser una respuesta a la ansiedad o al miedo a la contaminación.

Como consejo general, los pacientes con TOC deberían intentar limitarse a lavarse las manos con agua y jabón durante unos 20 segundos si están fuera de su casa o si han estado en contacto con personas del exterior.

En su casa, deben limitar el lavado de manos en los momentos necesarios.

También es probable que las personas propensas al TOC eviten el contacto con el exterior. De nuevo, deben ser conscientes de que basta con respetar las medidas de barrera recomendadas, ya que un aislamiento excesivo puede agravar sus dificultades.

Si se respetan las normas de distanciamiento físico, el riesgo de contaminación es mínimo.

En general, los profesionales de la salud deben acompañar a los pacientes en este camino de comprensión de la separación entre los gestos y comportamientos de barrera recomendados para protegerse del virus, que son saludables, de los comportamientos excesivos que forman parte del TOC.

Si eres una persona con Toc diagnosticado, y sientes que tu ansiedad y estrés general han aumentado a causa del Covid-19, es recomendable practicar ejercicio físico o alguna técnica de relajación o respiraciones.

Lo mejor es hacerlo de manera regular, al menos una vez al día. Y sería conveniente pedir ayuda a familiares que tengan problemas similares, o profesionales.

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